San Lorenzo: Ortigoza fuera por videos comprometedores
El mediocampista argentino de San Lorenzo, Néstor Ortigoza, fue separado del plantel tras la aparición de videos comprometedores que lo muestran en una situación poco decorosa.
El club decidió tomar medidas drásticas ante la repercusión del caso, que ha generado un gran revuelo en la opinión pública. El presidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, se pronunció sobre la situación a través de sus redes sociales: "San Lorenzo es una institución que se rige por valores y principios. Lamentamos profundamente lo sucedido y esperamos que este episodio sirva como aprendizaje para todos".
Ortigoza, quien llegó al club en 2017, había sido uno de los jugadores clave en el equipo de Diego Dabove. Su salida representa una baja importante para el conjunto azulgrana, que se encuentra en plena lucha por el campeonato.
El escándalo se desató cuando se filtraron videos en los que Ortigoza aparece en una situación comprometedora con otras personas. Las imágenes generaron una ola de críticas hacia el jugador, quienes lo tildaron de irresponsable e indisciplinado.
Algunos sectores del periodismo deportivo, sin embargo, han criticado la decisión de San Lorenzo de separarlo del plantel. Consideran que el club ha actuado de forma apresurada y que debería haber brindado a Ortigoza la posibilidad de defenderse.
La decisión del club de separar a Ortigoza ha dejado en vilo el futuro del jugador. Algunos medios especulan con la posibilidad de que su contrato con San Lorenzo sea rescindido, mientras que otros apuntan a que podría ser cedido a otro club.
Lo que queda claro es que el caso Ortigoza ha generado una crisis en el seno del club. San Lorenzo deberá superar esta situación con la mayor profesionalidad posible y buscar la manera de recuperar la estabilidad del equipo.
Este caso nos recuerda que la imagen de un deportista trasciende el campo de juego y que las acciones fuera del terreno de juego pueden tener consecuencias graves.
El futuro de Ortigoza en el fútbol es incierto, pero la decisión del club ha abierto un debate sobre los límites entre la vida privada y la imagen pública de los deportistas.
